Dificultad: para estar un poco en forma
Tiempo aproximado: 5 horas (con paradas)
Distancia recorrida: 16 km (aproximadamente)
Desnivel: 590 metros (aproximadamente)
Altitud máxima: 1.700 metros
Tipo de camino: pista de tierra
La ruta circular de Ándara es una de las más bonitas e imprescindibles para conocer el macizo oriental de los Picos de Europa.
Aunque en su práctica totalidad discurre por la comunidad autónoma de Cantábria, parte del municipio de Cabrales, a pocos kilómetros de Sotres, a una hora en coche desde Porrúa.
Para llegar desde el hotel al punto de partida de la ruta deberemos dirigirnos hacia Posada de Llanes y allí, tomar la carretera del río Las Cabras en dirección a Cabrales.
Una vez que llegamos al alto de La Robellada, en la rotonda, tomaremos dirección este (segunda salida), hacia Arenas de Cabrales.
Una vez allí, habrá que desviarse a mano derecha en el cruce con la indicación «Sotres» y acompañar al precioso río Cares durante varios kilómetros hasta que, una vez cruzado el río por última vez por un puente (a la altura del aparcamiento del funicular de Bulnes), ascenderemos durante unos 10 kilómetros por una carretera serpenteante hasta llegar a Sotres.
Hay que atravesar el pueblo y seguir ascendiendo en dirección a Tresviso por la carretera CA-1, hasta que llegamos a un aparcamiento situado en el llamado «Jitu Escarandi«.
Dado que la ruta es circular, podremos hacerla en ambas direcciones. Nosotros os recomendamos que hagáis primero el tramo del monte de Valdediezma, para que la parte final sea de bajada y por tanto, mucho más cómoda.
Desde el aparcamiento por tanto, nos dirigiremos al hayedo de Valdediezma, por una pista preciosa desde donde podremos divisar Tresviso en algunos puntos.
Continuaremos bordeando la Sierra de la Corta y llegaremos a una fuente conocida como el Vao de los Lobos, tras haber recorrido unos 6 km.
Hasta este punto, la pista es practicamente llana y ahora es cuando comienza la parte más exigente, ya que iremos ascendiendo por el Monte de la Llana de manera progresiva y durante unos 5,5 kilómetros hasta llegar al Casetón de Ándara, refugio de la zona donde podremos beber y descansar.
Se trata de una zona de importante explotación minera durante el siglo pasado, por lo que encontraremos vestigios de la misma e incluso una antigua vagoneta que nos recuerda el pasado de la zona.
Sólo nos queda descender por varias preciosas majadas hasta llegar de nuevo al aparcamiento durante unos 3 kilómetros.
Una ruta muy diversa paisajísticamente hablando, bien señalizada y muy asequible para piernas un poco entrenadas.
Imprescindible.