Dificultad: para caminantes expertos
Tiempo aproximado: 3,5 horas (con paradas)
Distancia recorrida: 9 km (aproximadamente)
Desnivel: 530 metros (aproximadamente)
Altitud máxima: 1.133 metros
Tipo de camino: pista de cemento en sus primeros metros y luego senda
Vamos con un hito del bello concejo de Parres, la Mota Cetín, que constituye el techo del municipio con sus más de 1.300 metros de altitud.
Para llegar desde el hotel hasta el principio de la ruta situada en el collado Moandi, deberemos dirigirnos en dirección oeste por la autovía A-8 y tomar la salida de Ribadesella, para tomar la N-634 en dirección a Oviedo hasta llegar poco antes del pueblo de Sevares.
A la entrada del pueblo encontraremos un desvío a mano izquierda que indica Sellaño/Beleño y que deberemos coger. A partir de aquí la carretera se estrecha y serpentea en sentido ascendente durante unos 20 kilómetros.
En total llegaremos al aparcamiento del collado Moandi, situado al a lado derecho de la carretera en poco más de una hora en coche.
Empezaremos a subir por la pista de cemento situada a la izquierda de la carretera, en dirección a Fontecha, una pequeña campa que atravesaremos desviándonos ya de la pista y desde donde podremos divisar la característica meseta de la Mota.
Siempre en dirección este nos adentraremos en el bosque de los Cuadrizales, que tendremos que atravesar. Aunque no es excesivamente largo, suele estar bastante embarrado, por lo que conviene ir con cuidado.
El sendero está bien señalizado en este punto con hitos y marcas de pintura que nos irán guiando hasta salir del bosque para llegar hasta el Collado Berroña, en la base del pico, con orientación sur.
Os recomendamos que os toméis unos minutos para contemplar las vistas porque son realmente espectaculares, con los Picos al fondo.
A partir de este momento comienza realmente el asalto final al pico, por lo que tendremos que dirigirnos hacia la izquierda del collado para buscar un paso cómodo, ya que la senda en sí aparece y desaparece.
Unos cuantos metros más adelante el camino girará a la derecha por un paso estrecho y bastante pendiente y curvilíneo , que nos llevará hasta los metros finales del ascenso.
El último tramo es el más complicado de la subida y el motivo por el cuál hemos metido esta ruta en la categoría roja, ya que hay un paso en el que habrá que utilizar las manos para ir seguros y llegar trepando hasta la cima. Son rocas muy grandes con grandes apoyos, por lo que realmente no hay peligro, pero es el momento más complicado.
Las vistas son increibles y las sensaciones una vez coronado hacen que todo haya merecido la pena. ¡Disfrutadlo mucho!